miércoles, 18 de febrero de 2009

Al desnudo

Científicamente dicen que el enamoramiento esta situado en el hipotálamo, situado en la cabeza y por donde residen los centro importantes de la vida vegetativa. A parte de la componente hormonal. Que frío, verdad?

Pero se puede entender mejor, que aunque no tienes a la persona amada cerca, sigues sintiendo y queriendo. Y sigues desbordando amor en todo lo que haces, y cuando te tomas unos minutos para esa persona es mágico. Subes a lo más alto y flotas bajo un manto de ilusión, de sentimientos, de cariño, de amor, de pasión.

Es maravilloso cuando te desnudas ante alguien, y sientes como te despojas de las carozas que te has tenido que poner a lo largo de la vida. Es el yo más puro y el más bello que posees. Te desnudas cuando quieres mostrarte en todo tu explendor y necesitas que así te vea, aunque seas ya vulnerable. Pero no dices nada, te limitas a despojarte poco a poco de los silencios, de secretos (aunque siempre habra alguno), te expresas como verdaderamente piensas y amas sin miedos ya.

Me preguntaron que si desnudar tu corazón era bonito o peligroso, sin duda, conteste que bonito. Es lo más maravilloso que le puedes entregar a alguién que quieres. Aunque sé que hay personas que ni siquiera se dan cuenta, pero tu lo haces por que te sientes tan libre que quieres y necesitas hacerlo.

Cuando te desnudas discurre por tu cuerpo y por tu corazón un torbellido de sensaciones, tienes una sonrisa dulce, los ojos brillan de alegría, ves el mundo como el mejor de los lugares. Te sientes tan viva, quieres dar y dar. Una mirada, un roce o un gesto se transforman en los mayores de lo placeres.

Cuando a media noche suena tu móvil con un sms, ves primero de quien se trata, y si es la persona amada el corazón empieza a latir fuerte. Lo lees y ves que te echa de menos, que te necesita y es cuando sale sin querer la sonrisa la más dulce para ti, mi amor. Por unos momentos te elevas, sientes, sueñas, te imaginas ... si estuvieras a mi lado.

Estoy desnuda ante ti, y me volvería a desnundar una y otra vez. Pero no me hagas daño, cuidame como tu tesoro más preciado. Donde te cobijas, donde te sientes cálido y cuidado por mi.

No te puedo pedir que desnudes ante mi, y ese es nuestro abismo. Hay un mundo que nos separa, tu mundo de miedos y tu mundo frívolo. Cuando te des cuenta, que vives solamente rellanos (llano o terraza que rompe la continuidad de una pendiente) seguiras subiendo a mi lado. Pero eso solamente te tienes que dar cuenta tu. Sabes que no te sirve de nada, no rellena ni siquiera tus vacios. Cuando te sientas libre y seas capaz de desnudarte, seremos almas gemelas en el sentido más libre.


Quiero dar las gracias a Juanma que me ha dejado su boceto de una mujer desnuda mirando a través de una ventana. Desnuda, mirando al horizonte, esperando o imaginando. Gracias.

domingo, 1 de febrero de 2009

La frustación (Introducción)


Siempre me gusta empezar con la definición de la palabra, así podremos comprender mejor. Se define como la acción y efecto de frustar o frustarse. Y a su vez, frustar significa, privar a uno de lo que esperaba; dejar sin efecto, malograr un intento y, por último, dejar sin efecto un propósito contra intención del que procura realizarlo.
Cuando se dice privar es despojar a uno de una cosa que poseía, eso nos dice el Diccionario de la Real Académia Española.
El lenguaje popular es bastante sabio, y podriamos decir que es querer y no poder, y como la consecuencia de esto nos viene la frustación.
Este tema tiene bastante miga, se puede hablar de la frustación laboral, de la frustación familiar, de pareja, de amistad ....
Cada una tiene su lugar y su importancia. Pero a cada uno nos afectara de una manera distinta según el grado de importancia. Por que nuestra relaciones no van en paralelo tienen una jerarquía, y cada uno ubica estas relaciones donde lo considera oportuno.
Un toque íronico sería decir que, hay personas que directamente ni ubican sus relaciones, todas son coeternas.
Son ilusiones que te has creado por que te han dado alas para creertelas. Y un día menos pensado, en el momento seguramente menos opotuno, te las cortan. Y te quedas con esa cara de incrédulo de no dar crédito a lo que te esta pasando.
Todos las sufrimos bastante en nuestra vida, lo bueno es siempre extraer la moraleja. Pero somos humanos y volveremos a sufrirlas una y otra vez mientras estemos vivos. Solo nos queda darle la importancia que tenga en su momento y evitar que nos pertube mucho la vida.