domingo, 25 de enero de 2009

La dichosa piedra

Siempre nos encontramos la misma piedra en el camino, con formas distintas, ubicadas en escenarios diferentes pero siempre con las mismas malas intenciones, hacernos daño, utilizarnos para su fin. Las piedras solo quieren que tropecemos, así poder cambiar de sitio y sentirse que estan volando aunque solo sea unos segundos. Y son conscientes del dolor que pueden producir pero les da igual, tienen un objetivo claro.

Hoy he sentido que he tropezado de nuevo en la misma piedra, debería estar llorando como una desconsolada pero no es así. Hay personas que se merecen que las llores, pero otras sin embargo, simplemente se merecen nada, para eso ya esta la vida. Bueno, me ha costado algo, un sms y como siempre tengo el silencio por respuesta. Pero ya no voy a tener silencios, ya más nunca.

Es alucinante la capacidad que tienen algunas personas de tener una doble vida, espero que de aquí en adenlante sepa seguir con una menos. Como se puede ser tan mentiroso compulsivo y encima actuar con naturalidad, esto es de Cum laude.

Se le puede llamar piedra, pesadilla o más bien los desechos de la humanidad. Humanidad por que tienen forma de personas pero su interior es sucio. Piensan que sienten, que viven, que tienen ilusiones ... pero es todo lo contrario, un engaño como sus propias vidas.

Esto me ha servido para algo positivo que creía perdido y es la inocencia. Me siento bien, por que me he dado cuenta que a pesar de todo sigo confiando en el ser humano. Y lo seguire haciendo siempre.

Lo único que me molesta es que he perdido cerca de dos años y medio de mi vida, y he derrochado muchos sentimientos para un desecho humano. Ah! por cierto te puedes quedar con mi pijama y mis zapatillas, a lo mejor le puede servir a otro persona, hay que reciclar y más en momentos de crisis.

Pero bueno, vamos a recuperar el tiempo perdido, las ganas de vivir, las ilusiones y la sonrisa, la cual últimamente estaba perdida.

Ahora siento que me quitado una losa demasiada pesada, es el momento que lo lleve otra persona. Me siento aliviada y mirando a un horizonte lleno de emociones, de luz, de alegría y con muchas ganas de sentir, sentir y sentir.

Me siento bien, ya no voy a sufrir más por el desecho, por fin ya era hora. Me merezco este horizante.

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